El cansancio del ALMA es una sensación entre extenuación y encogimiento del ser. un embotamiento de la cabeza y de todos y cada uno de los músculos. No es dolor físico pero si espiritual, una sensación que ni el dormir hace desaparecer. Aquella rapidez entre pensar y llevar la acción a desarrollar una determinada actividad es imposible de ser realizada.
Cuando en la vida te toca hacer determinadas acciones que tú en el trasfondo del corazón no quieres hacerlas, esto es una situación terrible, y desesperante.
Siempre he querido tenerlo todo bajo control, pero al igual que en una olla a presión en que las partículas se expanden a doquier sin que sólo sean controladas por el dicho recipiente. Al igual ocurre con los pensamientos e ideas.
Cuando en la vida te toca hacer determinadas acciones que tú en el trasfondo del corazón no quieres hacerlas, esto es una situación terrible, y desesperante.
Siempre he querido tenerlo todo bajo control, pero al igual que en una olla a presión en que las partículas se expanden a doquier sin que sólo sean controladas por el dicho recipiente. Al igual ocurre con los pensamientos e ideas.
El descanso del alma es el que únicamente Jesús puede sanar. El ofrece la medicina, la cual dice que es "su yugo"; más sin embargo, nos dice que su yugo es fácil y su carga es ligera. Es sencillo entenderle y está en nuestras manos obedecerle: "... aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón." ¡Entrémosle a la mansedumbre, la humildad y la obediencia, y obtendremos la paz del alma!... una vida de calidad.
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