lunes, 16 de julio de 2012

BREVE HISTORIA DE LAS BALSAS SALVAVIDAS

Las balsas existen desde hace miles de años, la primera patente de balsa salvavidas está fechada en el año 1882 y está a nombre de una mujer, MARIA BEASELEY, a quien no se tomaron en serio hasta después del hundimiento del TITÁNIC, ya que sólo contaba con algunos botes rígidos para las más de 2000 personas que iban embarcadas en el famoso transatlántico.
 Desde entonces las balsas salvavidas han cobrado una importancia primordial en la navegación mundial, tanto profesional como deportiva, permitiendo el salvamento de miles de vidas en las condiciones más difíciles. A ello han ayudado el desarrollo tecnológico, la experiencia de los usuarios a lo largo de los años y los nuevos materiales, que han permitido desarrollar una nueva generación de balsas con un nivel de seguridad excepcional, que se pueden convertir en el último refugio seguro en caso de emergencia.
 La normativa actual deja muy claro que la balsa que lleva un barco a bordo debe tener capacidad para un 100% de los pasajeros para los que ha sido homologada la embarcación.Es frecuente pensar que, si contamos con chalecos salvavidas, estos pueden suplir la carencia de espacio de nuestra balsa, aunque debemos tener en cuenta que este "apaño", solo servirá momentáneamente, pues una persona sumergida en el agua solo aguantará un período determinado de tiempo, y no muy largo, hasta empezar a ser afectado por la hipotermia, uno de los principales enemigos del naufrago.

EL  TITÁNIC:
Llevaba tan solo 16 botes salvavidas y 4 balsas, lo que es muy poco si pensamos que el barco tenía una tripulación de 3.200 personas. Entre botes, balsas y botes de emergencia, podían tomar solo 1.200 de los pasajeros. Los pasajeros podían elegir entre Primera, Segunda y Tercera Clase para su viaje. La diferencia de precio era enorme, 870 libras para el pasaje de Primera, y tan solo 2 libras para Tercera. La mayoría de los pasajeros eran de Tercera Clase.

BARCOBillete de tercera clase.

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